En este artículo abordaremos la anquiloglosia y los alteraciones en la succión en los bebés desde la osteopatía pediátrica.
La anquiloglosia es una anomalía generalmente detectada al nacer y se caracteriza por la presencia de une frenillo sublingual corto o limitante. Esta afección impide la movilidad correcta de la lengua y puede llevar a necesitar intervención quirúrgica.
Independientemente de si estáis con lactancia materna exclusiva (LME) o dando el biberón, es posible que estéis pasando por alguna de estas situaciones:
– Dificultad en las tomas, se cansa rápido.
– Muchas pausas en las tomas, o tomas muy largas.
– Regurgitaciones, cólicos, llantos inconsolables.
– Dolor en las tomas, formación de grietas, mastitis.
Todos estos signos pueden estar relacionados con un trastorno en la succión.
¿Qué es la succión?
Este mecanismo se desarrolla ya in-útero, en la duodécima semana de gestación, a la cual le sigue el desarrollo de la deglución. Estos dos mecanismos son indisociables. La succión es un reflejo instintivo en los primeros meses de vida del bebé, asociado directamente a la supervivencia. Participa también en el desarrollo psicoafectivo y fomenta el apego.
Varias estructuras están implicadas en esta función:
– Huesos como la mandíbula y el hioides
– Músculos de la masticación, de los labios, la lengua…
– Varios nervios que tienen origen en el tronco cerebral como glosofaríngeo (IX), el vago (X) o el hipogloso (XII)
¿A qué se deben las alteraciones de la succión?
Varios factores pueden influir y el momento del parto es uno de ellos. El cráneo del bebé está sometido a presiones y fuerzas tanto de compresión como de tracción y rotación. Es lo habitual en un parto vaginal y completamente fisiológico, pero cuanto más largo y difícil es el expulsivo, más probabilidades hay de que el bebé acumule tensiones en el cuerpo. Las fuerzas ejercidas en ese momento pueden comprometer en mayor o menor medida las estructuras implicadas en la succión.
¿Cómo puede ayudar la osteopatía pediátrica?
Es importante que el osteópata conozca toda la información relativa al embarazo y el parto. A partir de ahí, investigará la movilidad de las estructuras en relación con la dolencia y los signos que presenta el bebé.
El objetivo de las movilizaciones es conseguir que el bebé abra bien la boca, que nada le impida mover la cabeza y que sea capaz de avanzar la lengua para una toma efectiva.
consejos para aplicar en casa
Tanto en LME como con el biberón la postura del bebé y de la persona que le esté alimentando es sumamente importante. Antes de empezar hay que asegurarse de que el bebé esté bien alineado, es decir, con la cabeza recta (que no esté girada), y la espalda recta y alineada con las caderas. La mamá o la pareja tiene que estar cómodamente instalada, los hombros relajados. Para que el bebé abra bien la boca, debemos estimular el reflejo de succión frotando suavemente con el pezón o la tetina, por debajo de la nariz y añadir una ligera extensión de cabeza. No hace falta inclinar demasiado el biberón, y deberemos hacer alguna pausa si es necesario para sacar un eructo, por ejemplo.
El mejor remedio sin duda es la prevención. Cuanto antes se identifique la presencia de un frenillo corto o limitante antes podremos actuar y ayudar a solucionar el problema. Así que si te encuentras en alguna de las situaciones citadas al principio, no dudes en consultar. La osteopatía pediátrica soluciona las alteraciones de la succión.
Más post sobre Osteopatía Pediátrica, en espacioarcadia.info